miércoles, 6 de julio de 2011

ARGENTINA: El rol del cooperativismo no convenía a los monopolios

En el Día del Cooperativismo, la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, destacó “la importancia” que tiene el movimiento cooperativo en la Argentina, y explicó que antes este tipo de empresas “estaban olvidadas”, porque “no les convenía a los monopolios que tuvieran el rol que hoy tienen”. La ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, realizó desde Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini, en Corrientes y Paraná, una teleconferencia con el resto del país para saludar a todas las cooperativas nacionales por el aniversario internacional que se celebra hoy.

Recordó que fue su hermano, el ex presidente Néstor Kirchner, quien ”cuando asumió en 2003 nos dio la tarea de impulsar al movimiento cooperativo”, y subrayó que ”la economía social genera un millón de puestos de trabajo”, lo que ”demuestra el nivel de crecimiento que tiene el sector”. Al hablar hoy en el acto central de celebración, expresó que ”antes las cooperativas estaban olvidadas, no le convenía a los monopolios que tuvieran el rol que hoy tienen en la economía argentina”, enfatizó. Para la funcionaria ”antes lo único que importaba era el punto de referencia del mercado, mientras que ahora tenemos compromiso, convicciones y solidaridad”.

Respecto a la evolución del movimiento cooperativo en los últimos años, la funcionaria señaló que ”hoy el cooperativismo y el mutualismo tienen un rol importantísimo y son punto de referencia en toda América Latina”. Afirmó que el futuro del movimiento cooperativo ”es muy significativo”, y agregó que ”la fuerza de la economía social está en el tipo de vínculo especial que crea, que no se puede desarmar”, explicó. La funcionaria destacó que ”el camino tiene que ser el de cooperativizar las pymes” y señaló que ”hay algunas corporaciones que impiden el desarrollo” de esta vía.

La ministra estuvo acompañada por el presidente del Instituto Argentino de Asociativismo y Economía Social (INAES), Patricio Griffin, quien apuntó a que el movimiento cooperativo obtenga ”más relevancia en la relación con los medios”. En esa línea, Griffin señaló que ”no alcanza solamente con lograr más visibilidad, sino que también que el cooperativismo debe creer en sí mismo”. ”Tenemos que participar más en los medios de comunicación”, apuntó.

El movimiento cooperativo en Argentina tiene más de 150 años, con fuerte presencia en provincias como Santa Fé y Córdoba, y cuenta con más de 18.000 entidades. Según datos del INAES, el sector contribuye a más del 9 % del PBI argentino, además de cumplir un rol destacado en la provisión de servicios públicos en la mitad de los municipios del país.

Teleconferencia
Al mediodía, la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, asistió, junto a funcionarios de su cartera, al Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini, desde donde, “en vez de realizar un acto central en Buenos Aires, desde Nación, se optó por efectuar esta teleconferencia entre 33 cooperativas de todo el país, y en simultáneo”, sostuvo Daniel Bas Mancilla, funcionario del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social. Tal decisión fue concebida en función que se ha tomado en cuenta que cada localidad, a lo largo y ancho de nuestro país, hará su festejo, motivo por el cual un acto central en la ciudad capital del país fue oportunamente descartado.

Las primeras experiencias cooperativas en nuestro país se desarrollaron a partir de las últimas décadas del siglo XIX y estaban vinculadas, fundamentalmente, a la entrada masiva de inmigrantes europeos, requeridos por el modelo económico impuesto en el país a partir de la organización del Estado. Ellos aportaron no sólo técnicas y procedimientos de trabajo, sino también tradiciones y formas mutuales de organización que introducían ideas de solidaridad y cooperación a través de instituciones en que se agrupaban por nacionalidad, colectividad, fe religiosa, clase social, oficio o actividad. Inicialmente, ese movimiento se manifestó con mayor fuerza en la ciudad de Buenos Aires, pero luego se fue expandiendo a otras ciudad, pueblos y aun al ámbito rural.

Luego de múltiples idas y venidas, en 1926, se sanciona la Ley de Sociedades Cooperativas, en la que si bien su texto no desarrollaba una definición de cooperativa, la Ley expresaba un auténtico sentido doctrinario y reflejaba como principios la democracia; asociación libre y voluntaria; indivisibilidad de las reservas sociales; ausencia de privilegios para los fundadores; no tener por finalidad la propaganda de ideas políticas, religiosas o nacionales; no conceder créditos para consumo; operar sólo con los socios; interés limitado al capital y fomento de la educación. Fijaba además la forma de distribuir las utilidades entre los socios: en las cooperativas o secciones de consumo, en proporción al consumo de cada socio; en las cooperativas de producción, en proporción al trabajo hecho por cada uno; en las cooperativas o secciones de adquisición de elementos de trabajo y de transformación y venta de productos, en relación al monto de las operaciones de cada socio con la sociedad; y en las cooperativas o secciones de crédito, en proporción al capital.

Simultáneamente, se promulgaba la Ley 11.380 de fomento cooperativo, que autorizaba a los bancos de la Nación Argentina e Hipotecario a otorgar créditos especiales a las entidades cooperativas y eximía a las mismas de los impuestos nacionales de papel sellado y timbrado para gastos de constitución, reconocimiento, registro y funcionamiento, de contribuciones sobre el valor de los edificios e instalaciones, y de patentes.

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