domingo, 29 de agosto de 2010

La era del conocimiento

Actualmente, el conocimiento se ha identificado como un elemento clave en la sociedad y en las organizaciones, ante el cual los individuos no podemos quedarnos quietos ya que, quedarse quieto supone el abrazo de la muerte intelectual.

Para avanzar o incluso para mantenerse donde uno está, hace falta mejorar, comprometerse audazmente a aprender.

Estamos en lo que podríamos denominar la época de los deberes.

Trasladando esto al día a día de cada individuo, debemos hacernos constantemente preguntas como éstas:

¿Qué voy a hacer para tener este año una formación superior a la del año pasado?

¿Qué nuevas técnicas me propongo dominar o perfeccionar durante el próximo año?

Etc...

Lo importante es que creemos en nosotros mismos una pseudo rutina que nos lleve a la búsqueda constante de la perfección personal en todos los sentidos y esto, resulta imposible sin el esfuerzo individual y constante, entendido como la aplicación consciente de unos recursos mentales y físicos a un objetivo definido.

Uno puede pedir perdón por la debilidad de su talento o capacidad, pero nunca por ahorrar esfuerzos.

Podemos decir que sin esfuerzo, hay alguien en casa, pero las luces están fundidas.

Seamos curiosos y preocupémonos por descubrir y aprender.

Esto nos formará, dándonos las armas necesarias para convertirnos en potencial humano en todos los sentidos, trayendo como consecuencia lo que todos esperamos, el aumento de nuestra calidad de vida entendido en su sentido más amplio.

Lo realmente importante es la satisfacción y orgullo personal y esto resulta imposible sin nuestro esfuerzo.

Afrontemos los nuevos retos y sorteemos sin dificultad los escollos que nos encontremos al navegar por el río de la vida hacía el mar de la felicidad.

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